El Proyecto 112, una ambiciosa iniciativa respaldada por el principal líder de Torino a Mestalla, ha avanzado significativamente en su esfuerzo por cambiar el rumbo del Valencia FC. El propósito detrás de este proyecto es claro: poner fin a la era de un inversor singapurense y recuperar el control del club en manos de los aficionados valencianistas. En una reciente reunión, Queralt se acercó al concejal de Grandes Proyectos, José Marí Olano, con una petición muy especial: detener las negociaciones en curso con Meriton Holdings sobre la renovación del estadio y abrir un período de espera estratégico. Esto permitirá que un grupo de seguidores, que han estado uniendo fuerzas en la sombra durante bastante tiempo, presenten una oferta que podría cambiar el destino accionarial del Valencia CF.
El respetado jurista valenciano destacó la importancia de abordar el «esfuerzo económico» necesario para «comprar el Valencia», comprendiendo que todos los involucrados comparten un amor profundo por el club, pero también son conscientes de las realidades económicas que deben enfrentar. El plan se ha compartido con los diversos grupos de oposición a Meriton y ha llegado a oídos del equipo de gobierno, que deberá considerar y responder a esta iniciativa. La idea central consiste en crear una plataforma en línea en la que cada valencianista, ya sea abonado, aficionado o accionista, pueda registrar la cantidad que estaría dispuesto a aportar. El objetivo final es reunir un total de 112 millones de euros, una cifra que se considera justa y proporcional, ya que representa la diferencia entre la inversión de Peter Lim desde su llegada en 2014 (292 millones) y las pérdidas acumuladas durante su gestión, que superan los 180 millones.
Este proyecto busca determinar el compromiso financiero de la comunidad valencianista y, si la respuesta es positiva, se presentará una oferta tentadora de 112 millones de euros a Peter Lim para que tome una decisión trascendental para el futuro del Valencia. La pregunta que todos se hacen es: ¿Qué dirá Peter Lim? Aunque la pregunta que hay que hacerse previamente a esto sería si el valencianismo, que históricamente ha estado casi siempre divido, sería capaz de aglutinarse para llegar a los 112 millones que se proponen de oferta.