El fichaje de Arnaut Danjuma fue uno de los movimientos más relevantes del pasado mercado para el Valencia CF. Pese a que en las últimas jornadas su protagonismo ha disminuido —hasta el punto de partir desde el banquillo en Vallecas—, el atacante fue durante los primeros meses uno de los futbolistas más determinantes en el apartado ofensivo del equipo.
La operación no fue sencilla para el Valencia CF. El Villarreal CF, propietario de los derechos del jugador, abrió la negociación exigiendo un traspaso de cuatro millones de euros, una cantidad fuera del alcance del Valencia en ese momento debido a la falta de liquidez. Ante ese escenario, la entidad valencianista planteó una fórmula alternativa, que consistía en incorporar al jugador sin coste inmediato, permitiendo al Villarreal conservar parte de sus derechos y recibir bonus variables en función de objetivos deportivos.
Finalmente, el Villarreal aceptó esas condiciones y las conversaciones culminaron en un acuerdo por el cual mantuvieron el 50% de los derechos económicos de Danjuma, además de incluir una cláusula de rescisión ‘accesible’, fijada en diez millones de euros, que cualquier club podría asumir si desea hacerse con el atacante valencianista.