El Valencia CF volvió a tropezar en casa y prolonga su mala racha, con tan solo una victoria en los últimos doce partidos. El conjunto che ha sumado únicamente 16 puntos de los 51 posibles, dejando la sensación de que la mejoría es inexistente salvo cuando el rival se adelanta en el marcador.
Corberán optó por apostar por una defensa de cuatro y dejar atrás la línea de tres centrales. El equipo valencianista comenzó el partido dominando la posesión, aunque con muy poco ritmo y excesiva lentitud en la circulación del balón. El Mallorca, replegado en un bloque medio-bajo, generaba bastante peligro cada vez que lograba conectar con sus centrocampistas y atacantes, haciendo daño con Virgili en el tramo inicial.
Ese peligro de los baleares se tradujo en el 0-1 en el minuto 23, nuevamente en una acción a balón parado. Samú Costa, tras recoger una segunda jugada dentro del área, remató completamente solo y Julen nada pudo hacer para evitar el tanto del Mallorca, que enfadó a Mestalla. Los de Corberán intentaron reaccionar, pero de forma insuficiente, y el primer tiempo concluyó con el Valencia sin realizar ni un solo disparo a puerta.
La segunda parte fue distinta. El Valencia se volcó al ataque y presionó arriba al Mallorca, ofreciendo una imagen más intensa y decente, inexplicable que no se produjera en los primeros 45 minutos. Ese ritmo asfixió a un Mallorca que vio cómo los valencianistas empataban nada más comenzar el segundo tiempo, con un remate de Hugo Duro en el área pequeña tras un centro de Thierry.
Arrasate, al ver que su equipo no reaccionaba, modificó el sistema a una línea de tres centrales y logró neutralizar de nuevo al Valencia CF, que regresó a una versión más pobre. Aun así, el conjunto local dispuso de varias ocasiones para marcar el segundo gol, especialmente en la cabeza de Lucas Beltrán, que no acertó en dos remates claros y se quedó sin sumar un nuevo tanto.
Con el 1-1 se llegó al final del encuentro, dejando a un Valencia incapaz de ganar partidos y con un punto que sabe a muy poco en Mestalla. El equipo che se marcha al parón navideño con 16 puntos y peligrosamente cerca de los puestos de descenso, otra temporada más.