El Valencia CF se desmelenó este sábado en Mestalla y le regaló a sus aficionados una de las grandes alegrías de lo que va de un 2023 donde los valencianistas habían tenido grandes disgustos y ya veían como otra temporada más podría empezar a torcer muy pronto tras las dos derrotas seguidas ante Osasuna y Alavés. Los de Baraja mostraron la mejor versión desde la llegada del pucelano al banquillo y arrollaron a uno de los mejores equipos de Europa. Hubo un ambiente espectacular y Mestalla fue una caldera que ayudó y empujó, pero hubo nombres propios en esa victoria.
Baraja: El técnico valenciansita se ha convertido en la gran esperanza del valencianismo, la única rama a la que aferrarse para creer en que la temporada no será un suplicio como la anterior y en que el equipo esté más cerca de lo de arriba que de lo de abajo.
No había un día mejor para confirmar que ha construido un equipo sólido desde atrás que ante uno de los mejores equipos de Europa, y ante uno de los mejores técncicos del mundo, el mejor pagado, el Cholo Simeone. Rubén Baraja plánteó un partido perfecto y su equipo lo ejecutó a las mil maravillas. Presión alta de inicio, transiciones rápidas, líneas muy juntas, muchas ayudas y un equipo que pudiera ser efectivo en ambas áreas. Para ello dos cambios respecto a los onces anteriores, la apuesta por Mosquera en la zaga y la de Canós en el interior izquierdo tras su mini pretemporada aprovechando el parón. Sin duda, la victoria se la debe anotar él desde el banquillo.
Hugo Duro: El delantero valencianista ha encontrado una versión parecida a la que dio en su primer año en Mestalla y por la que el club decidió pagar cuatro millones de euros al Getafe para comprar su propiedad hasta 2026. El madrileño arrancó jugando por exigencias, ya que no había otro delantero y ha aprovechado la oportunidad. Tres goles y una asistencia en cinco jornadas, son números de delantero carísimo. Ahora bien, eso deberá mantenerlo en el tiempo para poder garantizarle al equipo ser ese delantero de 10-15 goles que tanto necesita. Su mejoría es evidente de cara a gol y en cuanto a trabajo nunca hubo nada que reprocharle.
Javi Guerra: El talento de Gilet ha roto definitivamente en la élite, si es que quedaba alguna duda de ello, tras su carta de presentación la pasada campaña donde ya hizo grandes partidos. Es el doble pivote la posición en la que Guerra se siente más cómodo y donde saca todo su fútbol. Su zancada le permite correr metros y dar una salida al equipo que está siendo oxigeno para un equipo tan limitado. Incansable en la lucha, juega con criterio cada balón que tiene y además, sumó su segundo tanto de la temporada. Hizo magia en la frontal y se sacó un golazo de la chistera que finiquitó al Atlético. El valenciansimo tiene nuevo ídolo, al que la recomendación es disfrutarlo mucho.
Baraja consiguió que su equipo hiciera un partido redondo ante uno de los mejores equipos y entrenadores de Europa
Pepelu: El futbolista de Denia ha sido una de las dos inversiones de nivel de esta temporada. Los 5,1 millones de euros pagados por él al Levante, son sin duda alguna una una gran compra. A día de hoy, ya vale más dinero y a poco que mantenga el nivel se convertirá en un activo importante. Es de esos jugadores que pasan desapercibidos pero que hace casi todo bien. Está jugando de mediocentro defensivo, sin serlo específicamente, pero ayudando mucho a la hora de salir jugando. Su equilibrio fue clave ante los rojiblancos y su recuperación en el segundo tanto clave para encauzar el partido.
Mosquera: El central de origen colombiano tuvo por fin su oportunidad en el centro de la defensa. Partido impecable, sin nervios, sin estridencias ni complicaciones. Pronto marcó terreno ante un delantero de nivel como Morata y se mostró impecable durante toda la tarde. Lejos queda ya su imagen de debutante porque ahora ya se siente jugador de primera división y tiene pinta de que si le dan confianza hará bueno lo que dijo Bordalás de él, que siempre le vio el central con más proyección de Paterna. Y eso que los hay muy buenos.