El Valencia CF se mide esta noche a la Real Sociedad en el estadio de Mestalla. El partido es el correspondiente a la jornada siete de La Liga y está encuadrado en medio de una semana muy exigente para todos los equipos, en los que por supuesto está incluido un Valencia CF que está especialmente afectado por las ausencias en los últimos choques. El arranque de liga, con todavía fichajes por llegar, y el pasado partido ante la UD Almería fueron dos momentos muy indicativos de en qué tesitura está la plantilla que dirige Rubén Baraja que, pese a todo esto, ha logrado sumar 10 puntos de 18 posibles.
Para esta noche hay dos noticias positivas, y es que el técnico vallisoletano recupera para la causa a dos jugadores que, siendo de perfiles muy distintos, son igual de necesarios para el equipo. Se trata de Gabriel Paulista y de Roman Yaremchuk, dos jugadores ya de experiencia y cierta veteranía que seguro podrán ayudar al equipo a mantener el plan de partido y sumar en la segunda parte. Ambos vienen de ser ausencia en los últimos partidos tanto por lesión en el caso del central como por molestias en el caso del delante. Pero el brasileño y el ucraniano han dejado atrás todo eso y estarán disponibles esta noche en el estadio de Mestalla donde, a partir de las 21:30 el Valencia CF recibe a un equipo Champions como es la Real Sociedad de Imanol.
Ambos jugadores ofrecen también la posibilidad de ver variables durante el trascurso del partido y si, por ejemplo, el Pipo necesita reforzar el centro del campo con Diakhaby o dar descanso a un jovencísimo Mosquera, tiene otra alternativa con Paulista más allá de disponer también de Cenk. En el caso de Yaremchuk, todavía era más necesaria su figura. Se desconoce el nivel o lo que puede aportar al conjunto blanquinegro porque todavía no se le ha visto en acción, pero lo cierto es que es un jugador con experiencia y un perfil de delantero que no tiene el equipo. Además, en las últimas semanas el míster ha tenido que verse obligado a colocar a Mario Domínguez o Hugo González en punta para dar descanso a un Hugo Duro que lo ha jugado prácticamente todo.