En la memoria de Rubén Baraja todavía resonará el estadio de Mestalla el pasado 25 de febrero de este año cuando, tras coger el equipo hacía unas semanas, lograría su primera victoria como entrenador en Primera División, con su Valencia CF y además en el estadio de Mestalla ante su afición. Fue una noche que sirvió para desahogar la tensión acumulada y empezar a ver signos de vida en un equipo que parecía estar muerto y que no daba indicios de levantarse por mucho que se le tratase de reanimar. Esa noche el equipo volvió a ganar varias jornadas después de no conseguir hacerlo y Mestalla empezó a creer en el Pipo Baraja.
Hoy todo vuelve al mismo sitio, el Valencia CF recibe a las 21:30 a la Real Sociedad en el estadio de Mestalla y lo hace en una dinámica distinta pero con la imperiosa necesidad de sumar de tres para seguir acumulando puntos en el casillero con el objetivo de la salvación entre ceja y ceja. Baraja ya conoce el camino, ya sabe lo que es ganar varias veces en Mestalla y también sabe que será difícil doblegar a un conjunto txuriurdin que viene en buena dinámica tanto en La Liga como en Europa. Además, Baraja sabe que cuenta con pocas opciones de hacer cambios en el once y de tener un plan B que no pase por sobreponerse a las adversidades con «mentalidad fuerte», tal y como dijo él mismo ayer en sala de prensa.
De aquel partido a este, cambian muchas cosas, la soga ni siquiera aprieta en comparación a cómo lo hacía aquella noche de febrero y los protagonistas sobre el verde se mantienen en banquillos, pero sobre el verde ha habido varios cambios. Mamardashvili, Thierry, Diakhaby, Almeida y Hugo Duro son los únicos que pueden repetir de aquel once, además de un Hugo Guillamon que con Baraja todavía no ha logrado salir de inicio. Es cierto que para el partido recupera piezas como Paulista o Yaremchuk, pero tienen pocas opciones de salir en el once titular.