Es uno de los culebrones de los últimos dos años prácticamente y es que, desde que se conoció que España podría presentarse como candidata al Mundial de fútbol que organiza la FIFA en 2030, se ha hablado de Valencia como una posible sede al tratarse de la tercera ciudad más importante del país tras Madrid y Barcelona. En el centro del huracán no está la ciudad en sí, de la que pocas dudas podría haber, sino más bien de dónde se jugarían esos partidos del Mundial 2030 que fueran asignados. En ese sentido, el Nou Mestalla cogió una relevancia y un interés político enfocado a la posibilidad de recibir un Mundial que requiere una serie de garantías y requisitos mínimos que al parecer el proyecto inicial del Valencia CF no cumplía como es el asunto del aforo.
La RFEF confirma que Valencia es una candidata pero también desliza que las dificultades que desde fuera se ven sobre el tema del convenio y las negociaciones urbanísticas entre Ayuntamiento y club, no ayudan a que sea una candidata fuerte y tiene por delante evidentemente otras ciudades españolas. Las ciudades anfitrionas del Mundial con plaza asegurada incluyen Madrid, Barcelona y Sevilla, aunque Valencia no se descarta de la gran cita de ninguna manera. En ese contexto, Bilbao, San Sebastián, A Coruña, Vigo, Gran Canaria, Zaragoza y Valencia están compitiendo para obtener un lugar en una candidatura que aún tiene muchos documentos pendientes de presentar, especialmente para aquellas ciudades cuyos estadios aún no están construidos por completo.
Proyecto presentado por el Valencia CF
Por lo tanto, es esencial que Meriton proporcione las garantías necesarias de que el estadio estará completamente terminado y listo para 2030, con la debida tranquilidad. Esto es uno de los requisitos que Meriton debe cumplir ante las autoridades. Sin embargo, en este momento, la RFEF no ha revelado la cantidad de partidos que se jugarán en cada país ni en cada ciudad. Todo sigue siendo incierto, incluyendo qué estadios serán elegidos para los enfrentamientos. En definitiva, se espera que en los próximos meses se pueda definir qué decisión política se toma con el asunto del convenio y que eso lleve al inicio de las obras.
