A pesar de haber llegado al Valencia CF en el pasado verano en una operación que captó la atención durante el mercado de fichajes, Sergi Canós aún no ha logrado desplegar su mejor versión en el equipo che, generando cierta preocupación en la afición y el cuerpo técnico. El extremo de Nules, proveniente del Brentford inglés por una cifra simbólica de 250,000€, se vio envuelto en una saga de transferencia marcada por las reticencias del propietario Peter Lim para autorizar el pago. Esta situación, sumada a una pretemporada incompleta y la decisión del equipo inglés de apartarlo por forzar su salida, ha complicado su proceso de adaptación al conjunto español.

Con dos lesiones ya en su historial desde su llegada, la continuidad en el terreno de juego ha sido esquiva para Canós. A pesar de los esfuerzos del entrenador Rubén Baraja por integrarlo plenamente en el equipo, las dificultades físicas del extremo han limitado su participación a ser el «primer cambio» en varias ocasiones. Consciente de la importancia de contar con un Sergi Canós en plena forma, el cuerpo técnico ha diseñado un plan especial para acelerar su puesta a punto y mejorar su ritmo competitivo. El jugador, en busca de superar estos obstáculos, ha tomado la iniciativa de trabajar en solitario en la ciudad deportiva de Paterna durante los días libres.

Este enfoque personalizado busca no solo fortalecer físicamente al extremo, sino también acelerar su integración táctica y adaptación al estilo de juego del Valencia CF. El club y los aficionados esperan que este esfuerzo adicional de Canós dé sus frutos y que el extremo pueda contribuir de manera significativa al equipo en la segunda mitad de la temporada, convirtiéndose en una pieza fundamental en el esquema de Baraja.