Carlos Corberán ha cambiado por completo el rumbo del Valencia CF desde su llegada al banquillo en la jornada 19 de la presente temporada 2024-25. El equipo, que entonces ocupaba la última posición en la tabla y parecía condenado al descenso, ha experimentado una notable mejoría bajo la dirección del entrenador valenciano, superando incluso los registros que firmó su predecesor Rubén Baraja en su primera etapa al frente del conjunto che.
El debut de Corberán se produjo en Mestalla, en un escenario complicado frente al Real Madrid. A pesar de la derrota por la mínima (1-2), con un gol en el tiempo de descuento, el equipo mostró una cara muy diferente. Desde entonces, el Valencia ha conseguido 22 de los 36 puntos en juego, lo que representa un balance de 6 victorias, 4 empates y solo 2 derrotas. Mestalla ha vuelto a ser un fortín: 15 de esos puntos se han conseguido en casa, y fuera el equipo ha logrado 4 empates y una victoria muy especial, en el Santiago Bernabéu, donde el Valencia no ganaba en Liga desde hace 17 años.
Comparativamente, Rubén Baraja firmó un inicio más irregular cuando tomó las riendas del equipo en la temporada 2022-23. Aquel Valencia también estaba en una situación crítica —penúltimo en la tabla— y cayó en su debut ante el Getafe CF por 1-0 en el Coliseum Alfonso Pérez. En sus primeros 12 partidos, Baraja sumó 15 puntos de 36 posibles, con un balance de 4 victorias, 3 empates y 5 derrotas. También hizo de Mestalla su bastión, con 11 de esos puntos conseguidos en casa, logrando la permanencia matemática en la penúltima jornada.
Sin embargo, y aunque Baraja logró dejar al equipo en una cómoda novena posición en su segunda temporada, su tercera campaña al frente del equipo se torció por completo. La pérdida de control en el vestuario y una racha negativa llevaron al Valencia al último lugar en la clasificación tras la jornada 19, situación que propició su destitución y la llegada de Corberán.
Ahora, con ocho jornadas por disputarse, el equipo se encuentra a seis puntos del descenso y con una dinámica claramente positiva. Carlos Corberán no solo ha recuperado el ánimo y la identidad de un equipo tocado, sino que ha conseguido mejorar las estadísticas de un Rubén Baraja que parecía intocable tras sus primeras campañas. El valencianismo, que vivía con miedo la sombra del descenso, ahora respira más aliviado.