El Valencia Femenino jugará la próxima temporada en Primera Federación, marcando su primer descenso en la historia del club. Este desenlace llega tras años de problemas económicos, decisiones erróneas y una cadena de lesiones que complicaron el rendimiento del equipo.
Pese a los avisos en temporadas anteriores, en las que el equipo rozó el descenso, no se reaccionó a tiempo para evitar el desastre. La planificación deportiva estuvo marcada por una plantilla descompensada y refuerzos ineficaces. Además, la marcha de jugadoras clave y la falta de experiencia del primer técnico, José Luis Bravo, lastraron al equipo en el inicio de la campaña.
La llegada de Cristian Toro, el entrenador más exitoso en la historia del club, aportó mejoras en el juego, pero no en los resultados. El equipo consiguió su primera victoria a comienzos de año, aunque el cambio fue insuficiente para evitar el descenso.
Desde el club, ven este golpe como una oportunidad para reconstruir el proyecto, apostando por jugadoras nacionales y una identidad más definida. Además, el filial del Valencia Femenino también confirmó su descenso a Tercera RFEF, un reflejo de la crisis deportiva que atraviesa la entidad.