El Valencia CF atraviesa uno de los momentos financieros más complicados de su historia, marcado por una década de mala gestión por parte de su máximo accionista, Peter Lim. Desde que tomó el control del club, la entidad ha acumulado enormes deudas y ha tenido serias dificultades para afrontar pagos, especialmente las fichas de los jugadores, que en varias ocasiones han sido cubiertas gracias a fondos de inversión externos.
Para hacer frente a esta crisis, el Valencia ha recurrido al banco estadounidense Goldman Sachs. Según un informe publicado por «El Confidencial», el club ha contratado sus servicios para obtener un préstamo de 120 millones de euros. A principios de septiembre, se abrió un proceso para que fondos de inversión presenten ofertas para financiar al club, y tienen de plazo hasta la última semana del mes.
Este movimiento busca aliviar la deuda de 75 millones de euros que el club mantiene con CaixaBank, además de proporcionar liquidez para continuar las obras del nuevo Mestalla. Se especula que esta reestructuración financiera podría ser un paso previo a la posible venta del paquete accionarial de Peter Lim, un rumor que lleva tiempo circulando entre los aficionados y medios.