El Valencia CF tenía prácticamente cerrado el fichaje de Rodrigo Menzona, futbolista del Elche y considerado la primera opción para reforzar el centro del campo en caso de que André Almeida abandonara el club durante el mercado de verano. Aunque el club también sondeó a Giorgi Chakvetadze y a Cameron Puertas, el jugador mejor valorado por la dirección deportiva era el murciano ya que encajaba en los parámetros económicos.
La operación estaba bien encaminada y contaba con el visto bueno de todas las partes, pero el bloqueo en la salida de Almeida frenó la negociación. El jugador tenía ganas de sumarse al proyecto de Carlos Corberán y desde el entorno del futbolista se presionó al Valencia para que efectuara el movimiento independientemente del futuro del portugués al considerarlo una gran oportunidad.
A mediados de agosto, el Elche aceleró los trámites para blindar a su joven centrocampista de 20 años. Es más, Sarabia le transmitió que si no renovaba no tendría minutos. El día del debut liguero se firmó la ampliación contractual y se hizo oficial al día siguiente.
El dueño del Elche, Christian Bragarnik, tasó la operación en tres millones de euros ya que finalizaba contrato en 2026, aunque en Mestalla confiaban en cerrarla por dos millones más variables, con la posibilidad de incluir a Stole Dimitrievski, que también despertaba el interés ilicitano.
Finalmente, el Valencia dejó escapar a un futbolista que, en apenas unas semanas, se ha revalorizado de manera notable. Ahora, Menzona ya ha recibido el interés de clubes extranjeros dispuestos a pagar su cláusula de rescisión.