La temporada del Valencia CF está siendo una auténtica montaña rusa. Tras meses navegando en aguas turbulentas y coqueteando con el descenso, el equipo ha encontrado oxígeno desde la llegada de Carlos Corberán al banquillo. El técnico de Cheste sustituyó a Rubén Baraja en un momento crítico del curso, y desde entonces el equipo ha experimentado una notable mejoría, alejándose de la zona roja y firmando una racha de resultados que ha devuelto la fe a Mestalla. Las victorias recientes ante Mallorca, Real Madrid y Sevilla han sido un chute de moral y puntos.
En medio de este nuevo contexto de esperanza, ha emergido un nombre propio que está generando debate en el entorno blanquinegro: Dimitri Foulquier. El lateral derecho, que termina contrato en junio de este año, ha sido una pieza fundamental en este resurgir valencianista. A sus 32 años, acumula 28 partidos esta temporada, 21 de ellos como titular, y su entrega, experiencia y polivalencia han sido claves en el esquema de Corberán. De hecho, el propio técnico fue preguntado por él el pasado viernes tras la victoria ante el Sevilla y no escatimó en elogios: «El rol de Foulquier es importantísimo. Estoy muy contento de tenerlo», afirmó con contundencia.
Desde su llegada en el verano de 2021, Foulquier ha defendido la camiseta del Valencia en 133 encuentros oficiales, consolidándose como uno de los jugadores más constantes del equipo en las últimas temporadas. Sin embargo, su continuidad no está asegurada. El defensor pide un salario considerado «alto» en relación con los estándares actuales de la entidad, que atraviesa una política de reducción económica desde hace varias temporadas.
Con su contrato a punto de expirar y su peso en el vestuario fuera de toda duda, la pregunta ya está en el aire: ¿Debe el Valencia renovarle?. La dirección deportiva tiene ahora una decisión importante sobre la mesa. Apostar por la continuidad de un futbolista que ha demostrado compromiso y regularidad, o buscar un relevo más económico en el mercado. Mientras tanto, Foulquier sigue haciendo lo que mejor sabe: rendir en el campo. Y quizás, con cada partido, seguir ganándose su sitio en el Valencia del futuro.
