Jesús Lagos ha pasado por los micrófonos de Tribuna Deportiva para hablar sobre el análisis de datos aplicado al fútbol y cómo clubes como el Valencia CF, siguiendo el modelo que quiere implantar Ron Gourlay, pueden aprovechar la información para mejorar la toma de decisiones deportivas en los mercados de fichajes.
Como consultor especializado, ha trabajado con clubes de Primera y Segunda División, Premier League y federaciones, ayudando a internalizar la cultura del dato en las estructuras deportivas, desde la dirección deportiva hasta los cuerpos técnicos, adaptándose tanto a equipos con presupuestos elevados como a clubes con recursos más limitados.
¿Qué es exactamente el Big Data en fútbol?
Big Data es un concepto tecnológico, que permite procesar grandes volúmenes de información muy rápido. En fútbol, las empresas proveedoras usan Big Data para extraer información de vídeos de partidos: posiciones, movimientos sin balón, distancias recorridas, spins, etc. Lo que hace un club no es Big Data, sino análisis de datos: interpretar esa información para tomar decisiones. El valor real está en cómo un club transforma esos datos en conceptos futbolísticos aplicables.
Entonces, ¿qué puede aportar realmente el dato a un club?
Permite traducir lo que el entrenador necesita en números y patrones observables. Por ejemplo, si se busca un delantero con ciertas acciones con y sin balón, se pueden usar datos para encontrar candidatos en todo el mundo, ahorrar tiempo y centrar la observación en lo relevante. El dato no reemplaza al ojo humano, sino que lo complementa y agiliza la toma de decisiones.
¿El dato puede sustituir el scouting tradicional?
No, siempre hay que ver al jugador. El dato indica quién cumple los patrones, pero el scout confirma actitudes, contexto y comportamiento real. Por eso, normalmente se ven los jugadores tres o cuatro veces antes de decidir un fichaje. Es un trabajo conjunto entre análisis de datos y observación directa.
En España, ¿se utiliza esta cultura del dato tanto como en Inglaterra?
En España se hace mucho, pero se habla menos. Clubes como Sevilla, Atlético o Real Sociedad la aplican de manera sólida. En Inglaterra hay estructuras más grandes y visibles, pero incluso allí no siempre se traduce en éxito directo. Lo importante es tener claridad en los procesos y personas que interpreten la información correctamente.
La llegada de Lisandro Isei al Valencia, ¿es un paso relevante en este sentido?
Sí, proviene de Estados Unidos, donde la cultura del dato en el deporte está muy desarrollada. Haber sido jefe de analítica y scouting en Charlotte demuestra que es un especialista. Ahora el club tiene a alguien que apostará por esta visión y organizará la transformación de información en decisiones futbolísticas.
¿Cuánto debería invertir un club para tener un ecosistema de análisis eficaz?
Depende del tamaño y ambición. Un equipo grande como en Inglaterra puede superar el millón de euros al año, incluyendo infraestructura y personal: data scientists, ingenieros de datos, consultores. Pero a corto plazo, el Valencia puede invertir solo en lo necesario para cubrir posiciones clave y obtener información rápida, escalando después.
¿Qué información puede ofrecer el dato sobre un jugador?
Datos físicos y tácticos: movimientos sin balón, ocupación de espacios, intensidad tras pérdidas, acciones en alta presión. Lo que no puede medir es la psicología, motivación o cómo se siente el jugador. Ahí entra la experiencia del entrenador y el scout.
¿Cuáles son los errores más comunes de los clubes al usar datos o inteligencia artificial?
El primer gran error es no tener clara una estrategia: no saben qué quieren lograr con los datos y tienen expectativas irreales. El segundo es no invertir en personal capacitado: comprar datos sin personal que los interprete es inútil. Y el tercero, no organizar procesos internos: la información existe, pero no se traduce en decisiones efectivas. Contar con un responsable que apueste por la cultura del dato reduce estos riesgos.
¿El dato ha llegado para quedarse en el fútbol?
Sí, pero como complemento, no como sustituto. El dato agiliza, amplía horizontes y reduce errores, pero siempre hay que contextualizarlo, interpretarlo y confirmarlo con observación directa. La combinación de experiencia, scouting y análisis de datos es la fórmula ganadora para los clubes modernos.