La continuidad de Roman Yaremchuk, tras una temporada marcada por altibajos debido a lesiones y momentos de brillantez con 3 goles en su haber, es casi misión imposible. A pesar del interés del jugador ucraniano por permanecer en Mestalla, tanto él como el club reconocen la complejidad de la situación.
La lesión en los isquiotibiales sufrida contra el RCD Mallorca ha sido un revés significativo, dejando a Yaremchuk fuera de juego durante varias semanas. Esto no solo afecta su rendimiento actual, sino que también plantea dudas sobre su valor en el mercado y la posibilidad de que el Brujas, su club propietario, considere conveniente un traspaso este verano para recuperar parte de la inversión realizada. El principal desafío para la continuidad de Yaremchuk en el Valencia CF radica en las diferencias económicas entre las expectativas del club belga y las capacidades financieras de la entidad valenciana. Con un salario neto de 1’8 millones de euros, Yaremchuk supera el límite salarial que el Valencia está dispuesto a ofrecer, lo que complica aún más las negociaciones para su permanencia.
Este año, el Valencia CF solo ha cubierto una parte del salario de Yaremchuk, mientras que el Brujas ha asumido el resto, una situación poco probable de repetirse bajo las mismas condiciones financieras. Esta realidad cuestiona la viabilidad de mantener al delantero ucraniano en la plantilla, a pesar de su deseo y el de su representante de seguir en el equipo. Tal es su fervor por quedarse que se estaría plantando fórmulas económicas para abaratar el precio de la operación.
El mercado de fichajes puede ofrecer sorpresas inesperadas, y aunque la permanencia de Yaremchuk parece complicada, porque ya hay incluso equipos de la parte alta de la liga alemana que se han interesado por él, el Valencia CF no descarta ninguna posibilidad. La adaptabilidad y la búsqueda de soluciones creativas serán fundamentales para que el club ‘ché’ configure una delantera competitiva para la temporada 2024/2025, ya sea con o sin Yaremchuk.
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