El equipo de Tribuna Deportiva se acercó la tarde del lunes a Nou Mestalla para comprobar un peculiar suceso: el avistamiento de camiones con materiales y una grúa alrededor de las ruinas del tholos griego. Alguien podría llegar a pensar que se trata de un reinicio de las obras, pero nada más lejos de la realidad, es una simple y rutinaria tarea de mantenimiento.
Esta acción parece otra de las ingeniosas estrategias de Meriton para generar ruido en la esfera pública, dando una falsa impresión de movimiento desde las sombras y sin dar la cara, pues nadie del club ha salido a defender públicamente un proyecto de estadio low-cost que no representa al valencianismo.
Con este tipo de procedimientos, los cuales se volverán cada vez más cotidianos, Meriton alcanza un interés doble, por un lado, maniobrar desde los despachos para conseguir sus propósitos y, por otro lado, aborrecer al valencianismo para desinflar las protestas. De esta manera la afición asume la injusta realidad que Lim quiere continuar imponiendo, encasquetando en la ciudad un estadio insuficiente e indeseado.