La gestión de Meriton Holdings al frente del Valencia CF ha sido, para muchos aficionados y analistas, sinónimo de inestabilidad y crisis. A punto de cumplir una década bajo el control de Peter Lim, el club enfrenta una situación crítica tanto en lo deportivo como en lo económico, agravada especialmente en los últimos cinco años.
En lo deportivo, el Valencia ha vivido un auténtico carrusel de entrenadores. Desde que Meriton asumió el mando, hasta 13 técnicos han dirigido al equipo, entre ellos figuras como Juan Antonio Pizzi, Nuno Espírito Santo, Gary Neville, Marcelino García Toral y, recientemente, Rubén Baraja. Entre los continuos despidos y cambios, Voro ha asumido el rol de interino en varias ocasiones. De estos 13 entrenadores, nueve han sido despedidos antes de finalizar sus contratos, lo que ha supuesto un coste acumulado de alrededor de 30 millones de euros en indemnizaciones.
El último movimiento, la contratación de Carlos Corberán, no ha sido menos controvertido. Para liberar al técnico español del West Bromwich Albion, el Valencia desembolsó otros 3 millones de euros, una cifra que algunos consideran cuestionable dada la delicada situación financiera del club. Mientras tanto, los gastos derivados de los constantes cambios de entrenador han impactado en unas arcas ya debilitadas. La crisis económica del club se ha acentuado, y las decisiones de Meriton parecen estar alejadas de una solución sostenible.