Giorgi Mamardashvili llegó al Valencia cuando tenía 20 años, lo hacía para el filial y el resto de historia ya se conoce, después de una pretemporada con bajas y lesiones en portería, Bordalás le puso bajo palos y empezó a deslumbrar y llamar la atención de todos. Hoy cumple 23 años y ya ha defendido la portería del Valencia CF hasta en 77 ocasiones jugando incluso una final de Copa del Rey. Es quizá uno de los nombres más difíciles de pronunciar en La Liga, pero en Valencia todos saben decirlo porque nos ha acostumbrado a ser protagonista con sus paradas que han evitado mayores tragedias para el conjunto che en las últimas temporadas.
Este fin de semana el Valencia visita el Benito Villamarín para disputar la octava jornada de La Liga ante el Real Betis y allí, Mamardashvili puede alcanzar una meta personal: 50 partidos seguidos defendiendo los palos del Valencia CF. Su inicio de temporada ha dejado buenos datos y estadísticas, siendo el partido ante la UD Almería en el que más trabajo tuvo y en el que sostuvo el punto logrado en los minutos finales con acciones de mucho mérito como el intento de córner olímpico de Lázaro. En este inicio de temporada son 18 paradas entre rechaces y blocajes en un Valencia que no está concediendo tantas ocasiones como en cursos anteriores. Esto significa que Giorgi mantiene en partido casi siempre a un Valencia que en 7 jornadas disputadas ha encajado 7 tantos y sale, por ende, a un gol por partido. El georgiano, según las estadísticas detiene un 68% de los ataques que recibe.
MEJORA EN PENALTIS
Su principal punto débil desde que defiende la camiseta del Valencia, y es que el georgiano no había detenido ningún penalti de los 7 que le habían lanzado hasta la presente temporada ni tampoco los 5 que le lanzaron en la final de Copa del Rey ante el Betis. Este año, en cambio, de los tres que ha recibido el Valencia (uno ante Osasuna y los dos lanzados por el Alavés) ha detenido los dos frente al conjunto babazorro. Si se va a las estadísticas, de dos penaltis oficiales en contra, ha parado uno.
DEBE MEJORAR JUEGO DE PIES
Ahora su punto débil más señalado es la salida de balón con los pies. El georgiano, que con Gattuso se vio muy exigido en esta faceta, no tiene buenas estadísticas en este sentido y le cuesta elegir bien a la hora de pasar a sus compañeros. La jornada pasada, ante la Real Sociedad, varios de sus pases largos acabaron en botas de futbolistas rivales y si vamos a las estadísticas de solamente esta temporada su porcentaje de acierto en pases está levemente por debajo del 50%.