Este jueves se ha cumplido un mes exacto desde la última vez que Max Aarons tuvo minutos con la camiseta del Valencia CF. Su última aparición fue el pasado 6 de febrero en la Copa del Rey, cuando disputó los 90 minutos como titular en la goleada sufrida ante el FC Barcelona en Mestalla (0-5). Aquel partido, que significó la eliminación del conjunto valencianista, marcó también el inicio de su ausencia en la rotación del equipo.

Antes de ese fatídico encuentro, Aarons tampoco había tenido muchas oportunidades. Apenas había jugado 30 minutos en otro partido para el olvido de la era Corberán: el 7-1 encajado en Montjuic ante el mismo rival, el Barcelona. En aquella media hora, el Valencia ya había recibido cuatro goles en 24 minutos, lo que dejó una sensación agridulce sobre su rendimiento.

Desde entonces, Aarons ha desaparecido de las alineaciones. Sin embargo, Carlos Corberán ha intentado respaldar al lateral en varias ocasiones. Antes del partido contra Osasuna, el técnico afirmó: «Llegó como refuerzo y es un refuerzo que tenemos. Estoy encantado de tenerlo con nosotros. Unos juegan más minutos y otros menos». Dos semanas antes, en la previa contra el Atlético de Madrid, también destacó su actitud: «Es un jugador que va a seguir ayudando. La adaptación siempre requiere tiempo, pero lo veo con la mentalidad».

A pesar de estas declaraciones, el caso de Aarons resulta extraño. Llegó para reforzar una posición debilitada tras la lesión de Thierry Rendall, pero ha pasado un mes sin contar prácticamente para el técnico. Resta por ver si el lateral inglés logrará revertir su situación o si su fichaje quedará como una apuesta fallida en esta temporada del Valencia CF.