Peter Lim ha quedado directamente vinculado a la operación financiera entre Goldman Sachs y el Valencia CF. Tribuna Deportiva ha tenido acceso a una cláusula específica del contrato que complica un posible relevo en la mayoría accionarial a corto plazo.
El acuerdo establece que, en caso de que Lim venda más del 50% de sus acciones, los bonistas podrán exigir una prima de amortización anticipada del 101%. En otras palabras, el club debería devolver de inmediato 101 euros por cada 100 adeudados. Esta condición obliga a que, en un futuro proceso de venta, la negociación deba darse a tres bandas: los bonistas, Peter Lim y el comprador, con la intermediación de Goldman Sachs. Los acreedores tendrán la opción de aprobar el traspaso de acciones o reclamar el reintegro inmediato del capital pendiente más un 1%.
Tal y como ha confirmado este medio, sería el propio Valencia CF quien tendría que afrontar la devolución de la deuda, y no el fondo de titulización creado para la emisión de los bonos. La postura final de los bonistas dependerá, en gran medida, del contexto macroeconómico y de la evolución de los tipos de interés. Si estos superaran el 5,82% pactado actualmente con el Valencia, a los acreedores les resultaría más ventajoso reinvertir en otros bonos con un rendimiento superior.