El Valencia CF ha anunciado la incorporación de Ron Gourlay como nuevo CEO de fútbol, en un movimiento que ha sacudido los cimientos de la entidad tanto a nivel institucional como social. Desconocido para la mayoría de la afición che, Gourlay llega con un extenso currículum en el fútbol británico e internacional, habiendo ocupado cargos de responsabilidad en clubes como Manchester United, Chelsea FC, Reading FC, West Bromwich Albion y el Al-Ahli FC saudí.
El directivo escocés aterriza en Mestalla con un perfil ejecutivo potente y con la misión clara de reflotar un proyecto deportivo que ha naufragado en los últimos años, rozando el descenso en más de una ocasión. En su última etapa en el West Bromwich Albion, Gourlay nombró a Carlos Corberán como entrenador, técnico que ahora también forma parte de la estructura del Valencia tras participar en las recientes reuniones estratégicas celebradas en Singapur junto al propio Gourlay y Javier Solís, Director General del club.
La llegada de Gourlay no ha sido menor en cuanto a repercusión interna: Miguel Ángel Corona, hasta ahora figura clave en la dirección deportiva, continuará vinculado al club, pero lo hará en un segundo plano, subordinado jerárquicamente al nuevo CEO. Este nombramiento ha causado un auténtico terremoto en la afición valencianista, que se ha mostrado dividida ante el fichaje de un dirigente del que apenas tenían conocimiento. Las redes sociales han reflejado la mezcla de sorpresa, incertidumbre y esperanza con la que la afición recibe a un perfil que apunta a profesionalizar la parcela deportiva.
Gourlay residirá en Valencia y se espera que en las próximas semanas comience a tomar decisiones clave de cara al mercado estival. Algunos fichajes previamente encaminados podrían confirmarse, pero otros, de perfil más bajo o con menos recorrido competitivo, ya no encajarían en los nuevos planes. La ambición del nuevo dirigente es clara: devolver al Valencia CF a la élite del fútbol español y europeo, tras años de deriva.