Este 24 de octubre se conmemora una fecha clave en la historia reciente del Valencia CF: diez años desde que la Fundación del club, presidida en aquel momento por Aurelio Martínez, vendiera sus acciones a Meriton Holdings, empresa representada por el magnate singapurense Peter Lim. Aquel 24 de octubre de 2014, el Valencia CF anunciaba oficialmente la llegada de Lim con una serie de promesas ambiciosas, que hoy, una década después, se ven como una sombra de lo que pudo ser y no fue.
Lim y su grupo inversor llegaron a la ciudad del Turia con la promesa de transformar al Valencia en una potencia del fútbol europeo. Entre los compromisos estaban finalizar el estadio Nou Mestalla para 2019, reducir la deuda, garantizar la clasificación recurrente para la Champions League, fichar estrellas internacionales y hacer crecer al club en todos los aspectos. Sin embargo, ninguna de estas promesas se plasmó en un documento oficial, y los resultados están lejos de lo que los aficionados esperaban.
A diez años de aquella venta, el Valencia CF no tiene nuevo estadio, ocupa la última posición en la tabla de la Primera División y lleva cinco temporadas sin participar en competiciones europeas. Además, lejos de contar con una plantilla de estrellas, el equipo ha visto cómo sus mejores jugadores han sido vendidos o liberados, apostando por una plantilla joven y con menos recursos. La cantera, que había sido una de las grandes esperanzas del club, ha visto salir a promesas como Kangin Lee, mientras otros pilares como Dani Parejo se marcharon sin dejar ingresos al club.
El primer lustro de la era Lim estuvo marcado por fichajes importantes, como los de Rodrigo Moreno, André Gomes, Cancelo, Enzo Pérez, Abdennour, Negredo y Gonçalo Guedes. Sin embargo, desde 2020 la política de desinversión ha sido evidente, culminando con la salida de los jugadores clave que llevaron al club a ganar la Copa del Rey en 2019, su último éxito significativo. Económicamente, el club tampoco ha salido bien parado. Durante esta década bajo la gestión de Meriton, el Valencia ha acumulado un déficit de 187,4 millones de euros, lo que ha obligado a Peter Lim a realizar ampliaciones de capital incrementando su participación en el club del 70,4% inicial al 91,5% actual.
Los números negativos se acumulan: derrotas abultadas, la segunda peor racha de partidos consecutivos sin ganar (12) y quince entrenadores en diez años son solo algunos de los aspectos que han marcado este turbulento período. Mientras tanto, los aficionados del Valencia CF siguen esperando que las promesas incumplidas de una década finalmente se conviertan en realidad, aunque el horizonte parece más incierto que nunca.