El estreno del Roig Arena se convirtió en una fiesta completa para Valencia Basket. El equipo taronja, después de superar los nervios iniciales, encontró en el acierto exterior y en la intensidad defensiva las armas para doblegar a una Virtus Bolonia que resistió hasta el tercer cuarto, pero no pudo sostener el ritmo en el desenlace. La irrupción de Sergio De Larrea y la solvencia de Thompson y Taylor acabaron sellando el 103-94 final, primera victoria en la nueva casa.
Pedro Martínez apostó de inicio por un quinteto joven con De Larrea, Moore, Puerto, Pradilla y Reuvers, y la respuesta fue inmediata. Moore estrenó el marcador con una bandeja y el equipo se aferró al juego interior para equilibrar los primeros triples de Edwards. Con el paso de los minutos, la circulación mejoró y llegaron los aciertos desde el perímetro, claves para cerrar el primer cuarto por delante (26-23) y para encender a una Fonteta que empujaba sin descanso.
En la reanudación, los puntos de Thompson y la consistencia de Taylor parecían encaminar la victoria, pero Virtus demostró carácter y llegó a ponerse a tiro. Fue entonces cuando apareció la mejor versión de De Larrea, que con sangre fría y ocho puntos casi seguidos devolvió la tranquilidad. En el último cuarto, el base vallisoletano lideró la ofensiva acompañado de un Taylor imponente en defensa, hasta cerrar una noche histórica con un triunfo que deja huella en el debut del Roig Arena.