A primera hora de la tarde de ayer, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) informó de las 11 sedes que España, Portugal y Marruecos propondrán a la FIFA para el Mundial 2030. Entre ellas, Valencia quedó excluida, al no haber cumplido con los plazos requeridos por la Federación.
La indignación por esta decisión es máxima a todos los niveles. Sin embargo, la realidad es que todas las partes involucradas han apurado y medido mal los tiempos, resultando en la exclusión de la ciudad.
Luis Cervera, director general de Deportes, calificó la decisión de la Federación como «injustificada» y «sin argumentos objetivos». Subrayó que tanto el Ayuntamiento como la Generalitat Valenciana facilitaron toda la tramitación de documentación, demostrando su empeño para que Valencia fuera sede. «Valencia está acostumbrada a albergar eventos de gran magnitud, posee buenas infraestructuras hoteleras y una potente red de transportes con óptimas conexiones», comentó Cervera.
A las ocho y media de la noche, el Valencia CF lamentó la decisión de la RFEF de excluir a «la tercera capital de España» y aseguró que el Nou Mestalla «será una realidad con tiempo más que suficiente». El club denunció que un recinto «de tal nivel no debe quedar fuera de un torneo que se precia por contar con las mejores instalaciones de un país».