La Real Federación Española de Fútbol genera controversia nuevamente con su manejo de casos de discriminación en el deporte. En esta ocasión, el Valencia CF se ve afectado por una aparente disparidad de trato en comparación con otros clubes. Se ha dado a conocer que el Comité de Apelación ha decidido anular la sanción impuesta al Atlético de Madrid debido a los gritos racistas contra Nico Williams, dejando sin efecto el cierre del estadio y la sanción al club rojiblanco.

Este fallo contrasta con el caso del Valencia CF, que fue duramente sancionado en una situación similar relacionada con Vinícius Jr. A pesar de que ambos jugadores fueron víctimas de ataques racistas, el Atlético de Madrid no enfrentará las mismas consecuencias que el Valencia CF. El Comité justifica su decisión al afirmar que el Atlético actuó con diligencia, a pesar de que el Valencia CF también tomó medidas ejemplares al expulsar a los responsables de los actos racistas de por vida del estadio.

Esta situación ha generado críticas hacia la RFEF por lo que se percibe como un trato injusto hacia el Valencia CF. Recordemos que no es la primera vez que se cuestiona la imparcialidad de la Federación, como ocurrió anteriormente con el caso del Getafe CF, donde se revocó una sanción por insultos racistas. La falta de consistencia en las decisiones del Comité de Apelación alimenta la sensación de injusticia y deja al descubierto la necesidad de una mayor transparencia en el proceso de sanciones por comportamientos discriminatorios en el fútbol español.

El director corporativo del Valencia CF, Javier Solís, ha expresado su preocupación por la diferencia de criterios en la reciente resolución que exonera al Atlético de Madrid por un incidente de racismo. En sus declaraciones, Solís reiteró el compromiso del club en la lucha contra el racismo, pero señaló una preocupante disparidad en el tratamiento de casos similares: «Es flagrante la diferencia de trato que sufrimos nosotros, que sufrió el club, que sufrió su afición en un momento de la temporada clarísimo«, afirmó Solís, destacando que la rapidez y diligencia con la que el Valencia CF actuó frente al incidente no fue reconocida de la misma manera que en otros casos.

El ejecutivo valencianista expresó su descontento con la resolución de Apelación, que pareció valorar positivamente la reacción del Getafe y el Atlético al identificar y sancionar a los aficionados que proferían insultos racistas. «Nos da que pensar y es una lástima la diferencia de criterio que hay, sin ninguna duda«, lamentó Solís.