Rubén Baraja ha retomado los entrenamientos esta semana con la mirada puesta en el importante duelo de mañana lunes contra la UD Las Palmas. Tras más de dos semanas sin competición oficial en La Liga debido al parón internacional, el equipo busca recuperar sensaciones y salir de los puestos de descenso.
El Valencia, sin embargo, no ha estado completamente inactivo durante este periodo. El pasado sábado disputaron un amistoso en México, donde Baraja volvió a apostar por un sistema táctico que ya había empleado en su último compromiso liguero frente al Leganés. En ambos encuentros, el entrenador reforzó la línea defensiva alineando a tres centrales y dos carrileros, formando una defensa de cinco jugadores (a la que bautizó como tortilla de patatas), en lugar de los tradicionales cuatro que solía emplear (a la que se refirió como ensaladilla rusa porque le gusta más).
La gran incógnita ahora es si Baraja mantendrá este esquema más defensivo para el partido en casa ante un rival directo como Las Palmas, un encuentro que el Valencia está obligado a ganar debido a su delicada posición en la tabla. El equipo che lleva varias semanas en puestos de descenso, por lo que este choque se presenta como vital para sus aspiraciones de salir de la zona baja. Habrá que ver si el técnico opta por conservar el 5-4-1 utilizado en las últimas jornadas o si decide regresar a su tradicional 4-4-2, una formación que ha sido clave en gran parte de su trayectoria en los banquillos, incluido su paso por el Valencia CF.