El Valencia CF logró rescatar un valioso punto en su visita a Montilivi tras empatar 1-1 contra el Girona FC, en gran parte gracias a la sobresaliente actuación de su guardameta, Giorgi Mamardashvili. El arquero georgiano fue decisivo para mantener a su equipo fuera de los puestos de descenso, disipando cualquier duda sobre su continuidad en la portería del conjunto valencianista.

El partido arrancó con un Valencia atrevido que consiguió adelantarse en el marcador, pero la respuesta del Girona no tardó en llegar. Stuani logró batir a Mamardashvili con un remate imparable, pero más allá de ese tanto, el arquero se mostró infranqueable. En el minuto 50, realizó una intervención espectacular para negar el gol a los locales, consolidándose como el héroe del encuentro.

No sería su última gran acción de la noche. En el minuto 72, cuando el Girona más apretaba en busca de la remontada, Mamardashvili volvió a lucirse desviando a córner un potente disparo de Danjuma. En ese momento, quedó claro que el Valencia tenía en su portero un muro inquebrantable.

Al término del partido, el guardameta se mostró sereno y con los pies en la tierra: «Ahora viene un parón, toca recuperar energías y volver más fuertes. Con un partido malo no soy mal portero y con un buen partido tampoco soy un buen portero. Hay que seguir en esta línea». El empate permite al Valencia sumar un punto clave en su lucha por la permanencia, y su arquero, con una actuación memorable, ha demostrado que su presencia bajo palos no está en discusión.