La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha establecido un nuevo plazo para avanzar en la situación del Nuevo Mestalla. Tras la decisión judicial que favoreció a la Generalitat y confirmó la caducidad de la ATE, surgió una nueva coyuntura. En respuesta a la presión de la oposición, Catalá adoptó una postura firme: «En esta cuestión, quiero decir una cosa: no he cambiado de posición en absoluto. Quiero demostrar al valencianismo que la coherencia es clave en esta situación, no el populismo. He sido la más exigente de todos los miembros del Ayuntamiento de Valencia con el Valencia. ¿Por qué? Porque no he aprobado las propuestas urbanísticas que ellos presentaron inicialmente, porque no he aceptado un convenio que ya tenían preparado, porque además he exigido garantías y penalizaciones. He sido dura porque he establecido condiciones claras: las obras deben comenzar y están en una posición favorable para ello antes de abordar otros aspectos«.

Ademas, la alcaldesa ha establecido un nuevo plazo en esta disputa entre el club y los grupos políticos. «Tengo claro que si el planeamiento de la ATE del año 2015 sigue vigente, y si se impone una suspensión de licencias por dos años a partir de la caducidad, es decir, desde julio de 2022 hasta mayo de 2023, ¿qué han hecho? Absolutamente nada. Por tanto, aseguro que antes de agosto, el Ayuntamiento tomará una decisión que seguirá la misma línea que he mantenido desde el principio. Ningún privilegio ni ventaja para el Valencia Club de Fútbol. Máxima exigencia y estricto cumplimiento con la ciudad y con el valencianismo«.

Veremos en los próximos meses cuales son los movimientos para desatascar el tema del Nuevo Mestalla.